Tres claves para que tus clases en vídeo se vean hasta el final

¿Estás grabando vídeos pero no sabes si tus alumn@s van a verlos completos? O, peor aún, ¿celebras videoconferencias y tienes dudas si hay vida al otro lado de la pantalla? 😉 Tranquil@, en este nuevo post voy a darte tres claves para que tus clases en vídeo se vean hasta el final.

 

Ah, como siempre, al final del post tendrás una infografía con el resumen de esos tres consejos.

 

Primera clave: dar la cara.

 

Está demostrado que los vídeos en los que se ve al conferenciante son más eficaces que aquellos en los que solo se les escucha la voz narrando diapositivas.

 

Por ello, procura que se vea el rostro de quien habla y encarga desde el principio al profesorado que entremezcle su presencia con los recursos que necesite mostrar.

 

Además, es fundamental cuidar qué se dice y cómo se dice. Aquí me refiero tanto al lenguaje verbal como a toda la comunicación no verbal, y, por supuesto, a la calidad de imagen y audio para que llegue alto y claro el mensaje.

 

Como ya dediqué un artículo expresamente a apuntar los aspectos que debes tener en cuenta para que tus vídeos comuniquen bien, te recomiendo directamente leerlo. 😉

 

Segunda clave: tender la mano.

 

En este caso me refiero a interactuar con quien va a ver esa píldora audiovisual. Aquí está claro que no es lo mismo una emisión en directo con chat que un tutorial grabado, por ejemplo, pero las principales recomendaciones son las siguientes:

 

a) En vivo y en directo: sin duda conviene arrancar con alguna dinámica con las personas conectadas o, en su defecto, saludando y dejando alguna pregunta abierta para ir dando un feedback genérico a partir de las respuestas.

 

Es fundamental ir partiendo el contenido, sea teórico o práctico, en bloques que se abren y cierran para llamar la atención del alumnado.

 

En el enlace que te recomendaba más arriba vas a encontrar un esquema básico para preparar el guion, al mismo debemos añadir este tipo de pautas.

 

Al trabajar con los ponentes en los primeros encargos que realices, traslada la importancia de avisar con antelación, en los primeros minutos de la videoconferencia, cuál va a ser la estructura, incluyendo comentar cuándo se va a dar la palabra. Eso de por sí ya dinamiza y también favorece mantener la atención.

 

Además, con todo ello ayudarás a la construcción de la necesaria relación profesor/a – estudiante a través de este medio audiovisual.

 

b) En diferido. En el caso del contenido producido, tenemos que romper la barrera temporal entre la grabación del mismo y el visionado por parte del alumnado.

 

En el guion conviene que la persona que habla a cámara se dirija expresamente a quien está al otro lado, que le planteemos preguntas y que, siempre que sea posible, emplace a continuar la conversación a través del foro, tutorías, o espacios que permitan la relación, ya sea con el docente, ya con los compañer@s.

 

Tercera clave: ¡dale ritmo!

 

Para darle ritmo a nuestro vídeo tenemos varias armas:

 

a) La propia estructura que hemos ido trabajando en el guion, así como la dinamización que ya hemos comentado en la segunda clave.

 

Con todo ello ya estamos marcando el inicio y fin de diferentes bloques dentro del contenido que estemos explicando.

 

Conviene tener bien pautados los tiempos de cada uno de esos cortes, así como enunciar al inicio y recapitular al final esa división: aquello de contar qué se va a decir, contarlo, y contar lo que se ha dicho.

 

b) El tono de voz y la entonación a lo largo de la exposición, y el uso deliberado y consciente de los silencios y la gestualidad de la persona ante la cámara, enfatizamos ideas mientras vamos empatizando con quien mira.

 

c) Utilizar elementos sorprendentes, visuales o auditivos. Según el contenido y personalidad de quien lo expone o practica, podremos mostrar algún objeto, añadir una música, provocar con un ejemplo llamativo, etc

 

d) En cualquier caso, emociona. Con humor, con una historia, con una vivencia personal que responde a lo que se está compartiendo, pero añade esa fuerza al mensaje.

 

El cerebro humano guarda las mejores experiencias por naturaleza, la emoción es una de las huellas que mejor reconoce. Aprovecha esa predisposición para favorecer el aprendizaje, y que los guiones incluyan estos elementos como anclajes en la memoria del espectador/a.

 

Lo importante es no olvidar que con estas tres claves vas a cumplir con el doble objetivo de mantener la atención del público hasta el final, y por supuesto, facilitarle la asimilación de lo que trates en tus contenidos audiovisuales.

 

Me despido ya animándote a ir probando estos ingredientes para dar sabor y poso a tu producción. Te dejo aquí la infografía con el resumen de todo lo dicho, y ¡te espero en los comentarios!

 

Tres Claves para que tus clases sean vistas hasta el final
Tres Claves para que tus clases sean vistas hasta el final

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